dimecres, 20 de febrer del 2013

Fue mejor así

A estela me forcé a pasar los días de mi vida
persiguiendo tu sombra.

Tu ibas en una barca, amor mío,
y yo nadaba venturosa en las frías aguas
contenta de refrescar mi alma
tras tu perfil
que en el anochecer
se refinaba,
era puro justo cuando desaparecía.

Pero en la neblina de las noches en tu ausencia
en las ondulaciones transparentes noté
supe,
que mi vida era un arrastro...
y algo en mi, se fue...


Y entonces cuando ya sólo te sentía por dentro
cuando tu presencia no me ataba a un destino,
a un cariño saciado que nos volvería,
indolentes en el amor,
- que nos haría olvidar cómo tejer sueños -
empecé a sentirme más acompañada,
incluida en el biotopo navegante
que flotaba, se alimentaba, amaba junto.
Y decido dedicar cada uno de mis pálpitos a la aventura
de sentir, cualquier suspiro, cualquier vacío de un salto
al vuelo de las sombras conquistadas.
Cada segundo que me observo, desnuda,
avanzando hacia las huestes del impenetrable y misterioso
ejército de lo desconocido,
es un presente,
una oportuna muestra de que el universo sigue conmigo.


Quizás en los años venideros
no recordarás mi nombre,
pero en el agua
que se destila poco a poco
sobre las arrugas de tu piel hollada
corren voces de otoño
húmedas partículas de susurro
que te irán abriendo
senderos en la noche interior.
Túneles pequeños
que giran con los ojos cerrados
y se andan despacio...
para salir
en palabras como torrentes
que iran creciendo,
abriendo enormes zanjas,
que serán vendavales
peldaños como gigantes
hasta la montaña donde tu corazón mora
solo.
Y allí, enseñoreada de tanta aventura vivida
con mil historias goteando en mis adentros,
vendré,
a regalarte el tesoro de un solo sentimiento
como recién recogido del árbol de la vida.
Espero que sepas reconocerlo, que tu vida no se secara,
subido en esa barca que por prudencia, nunca, nunca, se volcaba...

Y después marcharé sonriendo en mis adentros
tanto como por fuera,
que tu ausencia favoreció mi destino
causando más vivencia en el olvido
más sabor a cada uno de mis segundos vividos.
Fue mejor así.

KPV Febrer/2012


diumenge, 17 de febrer del 2013

Princesa de agua

Si te digo, si te digo que la he visto
surcar con sus pies transparentes
la hierba sobre mi jardín.
Abrumar a las flores con su lluvia constante
como un parloteo fino.
Deben de hablar de polen, de amor de abejas,
suspiros en aroma, pequeñas risas,
cuando al atardecer, se alejan.

Sé que espía a los polluelos
que practican vuelo con voraz ilusión.
Que refresca sus alas golpeadas,
que les susurra corrientes y vientos.
Lo sé por que la he oído chillar de alegría
cuando los ve vencer el cielo.

Puede que no me creas si te cuento,
que por las noches la oigo cantar junto al arroyo
tiene una voz aguda y pequeñita
y su canción es larga, triste,
parece ensoñada, como recordando...
¿que le puede faltar a la princesa que se acaricia con su canto?

A veces creo
que se cuela hasta mi cuarto
y me gotea sobre la frente.
En esas noches
mis sueños son rellenos de azules
burbujas de agua en este mar de aire seco.
Criaturas fantásticas se acercan para tocarme,
para contarme...
no tengo miedo,
pero despierto impregnado de recuerdos extraños...
mis labios son sal... mi alma rebela un profundo deseo...

... dicen...
... que la princesa de agua no puede prenderse
y echa de menos la calidez de las caricias,
de los besos que permanecen en la memoria de unos labios.
Que en el chajuán pegajoso de las noches de verano
enloquece
y extiende su llanto
para que el mundo, la abrace.

KPV Febrer/2013