Te quiero

Te quiero.

Por qué razón... no sé...
mi ignorancia parece incontenible
cuando la reduzco por un lado, se desborda por los otros...

Será que..
me faltan razones para no quererte.

KPV Juny/2015

Water from the same source

 Fuente musical: Rachel's - Water from the Same Source

En un primer instante sólo vi tu anillo
en el dedo incorrecto
tan perfectamente en su sitio

y pudimos habernos dicho miles de palabras
antes
de que naciera el beso
y aquellos primeros instantes en que sonreí
imaginando que temblarías por siempre

sólo quería salvarme
cuando salté inconscientemente
el espacio que nos separaba
tan educadamente
aquellas primeras horas...
salvarme de tu curiosidad,
de mirarme hacia dentro
y que el dolor se derramara a través de mi piel, mis labios...

lo supe entonces
lo siento ahora
aquello que tan bueno nos rodeaba
iba a ser un sueño
un maldito doloroso sueño

Puede que me ahogue si respiro tu nombre
si cierro los ojos y escucho tus manos sobre mi cuerpo.
Puede que no sobreviva si pienso cualquiera de tus besos
y aún así,
no puedo dejar de evocar tu perfil a contraluz
cuando el atardecer se deslizaba silencioso
acariciando tu espalda,
mientras mi deseo de ti oscurece,
ennegrece intensamente para explotar a tu contacto
bañando tu piel con regueros de tinta lamiendo tus pies, tus piernas,
cada uno de los músculos que se ofrecen a mi lengua.

Puede que no sepa rescatarme de este sueño,
de este intenso y doloroso sueño,
que me mantiene sellada a tu recuerdo.


Y en algún punto escondido entre las sombras de nuestras intenciones
se halla
el agua que separó nuestros nombres
cuando el tiempo no era nuestro
estaba tendido
mirando del revés hacia las cosas que pasan.

KPV Juny/2015

Quizás tú y yo

Fuente musical: con la melodía interior puesta ... tributo a Bebe

A veces me reinvento en un trozo de escarmiento
de suplicio, de tizón,
salto hacia la luz cuando me escuece el descontento
la penita o el calor.

Oh! Si entonces no nos encuentro,
dónde nos habremos metido tú y yo.
Que fui a salir de mi estancamiento
y se me metieron las dos piernas para adentro,
debe ser que la que quiere salir ya no soy yo.


Oh! Quizás tú y yo, quizás tú y yo.
Destenerte no será tan barato como fue quererte
Desquererte no es una opción,
es una obsesión.
Y se me meten las manos hasta los huesos
y de dentro
saco tus huecos, y la impresión,
de tenerte dentro como un ratón: yo soy tu queso.

Y tras mucha réplica y compromisos
con mis deseos
y debatir,
si estar por ti
será un capricho o una inversión,
me he dado cuenta
que en el vivir
todo es tentación:
de conseguirte, de deslumbrarte,
de acostumbrarme a devorarte.
Tentación también de olvidarte y de querer a muchos más.
Y repetir, miles de veces, esta historia particular.
Hasta el final.
Tentación, de darme cuenta, que en conclusión,
yo soy la misma
y de nada sirve pasar de puntillas por tanta bocas
ya que la suma, no llega, para pagarme esta existencia,
si todas las otras casi ni las tocas.
Sólo ser un fantasma de la fascinación.

Oh! Quizás tú y yo, quizás tú y yo.
He contratado un vendaval
para que nos ventile
las penas tristes que se nos pegaron como un chacal.
Y para que saque brillo a toda la emoción
que en un despiste
se me salió de mis gavetas de la ambición.

Tirar para atrás,
que estoy que exploto.
Se me salen las ilusiones hasta por los ojos.
No os acerquéis que os voy a dar
que la pintura de la alegría
ni con lejía se os va quitar.

Oh! Quizás tú y yo.
Nos reinventemos en las cuchillas de un tijera,
mariposa recorta flores
en forma de corazón.

KPV Juny/2015

De pececillos

A ti, que me enseñaste el significado de Distopia y Conexión Sorprendente: Mi Alma Ingeniera.

Ves ese vacío que se abre entre tu mano, la mía

a la distancia de un beso

han aparcado los gigantes del sueño

en sus grandes espaldas

estructuras con los ojos cerrados

traen,

dormitando historias acuáticas,
briznas de olvido
que se susurran en pausas de quehaceres alados
sobre la hierba.
Luego, los mecanos del tiempo breve,
de las crónicas ensaladas
armaran testigos de nuestros ojos
para vigilar si ya se posaron, las memorias, en nuestras mentes.

Nuestras mentes

que nacieron juntas en algún lugar plegado 

chorreante de cuatro tiempos: 

me admites, te comprendo, nos expandimos,
el tiempo se detiene y nos inspira: y a la primera chispalabra....
estallan nuestras risas de entendimiento.

Abren sus ojos las estructuras de pececillos recién descubiertos
en el oleaje sediento de caricias, desprovisto de brazos
que lame con fruición sus cuerpecillos impetuosos.
En el olor cronológico de las gotas ordenadas en el mar,
con nuestras colosales narices,
sabremos encontrarnos.
Han llamado a filas, a nuestra guerra de dos caballos.

Luchamos, para rozarnos las heridas con sosiego.
Para sacar a nuestra esencia de su ingenio protector.

Y así,
termino rindiéndome a los logros de tu espíritu
conformar mi alma
despertar mis ansias de explotar con cada suspiro.
Es
en la suave convicción del que, conociendo la derrota,
sale a navegar sin amarras,

donde hallo vestigios de mi insondable deseo de quietud,
en peripecias de vidrio inestable.

Cada acápite de este poema escrito contigo
con espontáneas ideas que nos vamos tendiendo,
acrecentando el promontorio de sorpresas donde nos arrellanamos juntos,
es un indicio
provocador, pendenciero,
de que en ese universo contiguo
también nos estuvimos besando.

KPV Juny / 2015

Ritcher: Spring 1

Fuente musical: Spring 1 - Recomposed by Max Richter: Vivaldi, The Four Seasons

Si en algún momento había de resurgir
del fondo de este océano de aire
que contiene mis lesiones
los antiguos amantes
las mismas palabras
en otros dedos
vasos llenos de zumo de alma
guindillas dulces
circuitos impresos


amor que se encamina siempre hacia el titilante
disturbio

vuelas vuelas en pequeñito
ríen
agua que se toca despacio suave
me entras
entras en mis ojos
y me llevas
me alegras la sonrisa
me animas el alma
tocas mi destino
y con el ansia
salto
locura
ciega sigo el impulso
de la llamada de tus manos
abrazos
los besos bajos los árboles
entre las plantas
en cualquier rincón del mundo donde me lleves
te encuentres
te halle o me esperes
allí te buscaré
siempre
donde estés
siempre que quieras
extender una mano para abrazarme
burbuja
deseo sin freno que se me abre se extiende
descubriendo
no sé esconder
en una poción
la maravilla
de saber que siempre siempre
seremos dos
siempre
siempre

más
nada más
no podrá parar eso que yo siento
nunca
más deberé
bajarme
de este amor
que me suspende

me sostiene.

Y habito los duendes
los impulsos
que me elevan
no puedo parar
de inspirar
el blanco
el rosa
del perfume
cabellos iluminados de primavera
que danza se retuerce
ella
me rodea
se me lleva arriba arriba arriba
no me dejes
no me detengas
sé donde se hallan los momentos de gloria, de pausa extrema
en ese segundo en el que ambos volveremos a vernos en nuestros ojos
nuestra esencia
tan prudente
albergando sensuales aspectos de sol.

No dejes nunca de decirme
eres bella
me susurras paz anhelo
rabia de tu bello experimento
cuándo fuiste
esto que me ahoga y me retiene
dónde estabas, cómo fue que no nos vimos antes

cómo se llama el tiempo que trascurrió entre tú y yo
por qué no se me hace más eterno, inconmensurable momento.

KPV Juny/2015

Ángela

Fui proyectada a esto que tengo que sobrevivir.
Sin resurgimiento.

Aquí la noche juega al póquer con los cerdos
y las suertes se promueven vendiéndose a este mundo
en vales de vida falsa
entintados con pigmentos que huelen a víctima, a tormento.
Que se esparce, la noche de ojos vidriosos,
la noche de camisetas secretoras
y bocas que apestan
de repentinas chulerías de alcohol
de inesperada fanfarronada de deseo escondida en un botecito de amor.
Te lamo amor, y sólo tienes gusto a miembro.
Se esparce, entonces la noche
resbalando y gruñendo
en facetas que sólo son aspectos de una misma muerte
en miríadas especiales de lamentaciones y sufrimiento.

Así que mis plumas pinto de barro
para vivir en esta pocilga parte del suelo.
Porque no voy a volver
porque no hay dónde volver...
sólo porque dejé escapar tu mano.


Pasó deprisa... en mi cabeza retazos de una batalla en sueños.
El Cielo, ese viejo y enorme bastardo
al que no podía rebanar su cuello
y petar sus burbujas
hasta reventarle la sangre y lloverla
vomitarla sobre esa tierra lejana
y sombría
ignorante y desdichada.
Salvaje ambición de los mortales,
el Cielo
se desnudó y empezó a correr en furia,
atravesando sin asco cuerpos, espíritus, fronteras.
Cogerme, cogerme
-gritaba-
no podréis hijos de puta!
Sus carcajadas estallaban en sus caras.
Donde yo veía disparate
ellos veían...
no sé... cada uno de esos seres tiene extraños sueños distintos
y aún diferentes, todos anhelos
generando una energía resolutiva
una tenacidad cercana al ultraje
intercambiable con la crueldad y el pisoteo.


Yo aquella noche, llevaba la máscara del deseo.
Era incendio: vehemencia o desastre.
Resbalando nocturnamente
del revés
descendía sin ruido, con los labios humedecidos, dispuestos.
Y me encontré con aquello.
Maldito chiflado.
Ojalá te pudras y aún así
desplegué en triángulo la envergadura de mi poder divino
la terribilidad de lo prístino
la belleza cáustica de lo que desconocéis como puro
y luché.
Cercené amarras y ambiciones, amputando brazos y orígenes,
lamiendo lenguas para inyectar delirios en sus corazones frágiles,
creyentes,
aspirantes a fervientes voluntarios a esgrimir, un porqué, más allá de sí mismos.
Y aún así, lo capturaron.
Lo apuntalaron a la tierra,
clavándole anzuelos en lo profundo de su garganta curva.
Yo le gritaba, "calla, no grites estúpido, cierra tu boca, ciérrales el paso a su querida muerte!!"
Y estiraba de su piel transparente, trabando sus alaridos con mis muslos,
retorciendo entre mis hombros la sangre elástica de sus heridas,
que se asía y estiraba agónica y esperpénticamente a su cuerpo.

Ciento cincuenta plumas
sólo en el ala izquierda
se me cayeron
al agarrárseme el cielo oscuro.

Al final lo sometieron.

El viento
las paredes de las que colgaba
arrebatadas
tiembla ante el infinito.
Les han dado un cielo a los locos!
-solloza-,
les han dado un cielo.
Y desde entonces ulula en la noche,
buscando recovecos donde sostenerse,
en círculos de éxodo infinito, desesperado
recorre los exteriores de la prisión del cielo.
Golpeando tierra, aporreando vidrio, cemento,
en sollozos besando pliegues, acariciando tumbas,
buscando infatigablemente
la salida del cielo,
la entrada a la tierra.


Sin resurgimiento el barro reseca mis alas
y las aplasta contra mi piel.
Desplazándose hacia la sombra, mi cuerpo
contonea su perfil
exuda tentación, destila pecado
y murmura extravío, desliz, caída.
Milímetros explosivos, mi cuerpo
que se abren como pequeñas devoradoras
excavando vacíos en sus núcleos.
¿Sin resurgimiento?

Ahora sé lo que ellos quieren ver,
lo que debo arrojar
sobre sus caras expectantes, extasiadas
para que me permitan, para que maten
por dejarme chupar, sus almas...
una detrás de otra, 

hasta convertirme 

en el próximo oscuro cielo.

KPV Juny/2015