sentada en un filo de la vida
que se cuartea
observando el gran afuera
Puede todo el dolor que el mundo me dará
contenerse
en este recodo
cree, mi mente, que puede
Si puede, le digo
salgamos de este chaflán horroroso
habitemos los otros rincones
las palmeras de otras almas pertrechadas de menos pesar
Visitemos la congoja canija
en esas fachadas apostadas al sol
hacia la luz.
Hacía la luz... ya no más las calles
busqué clientes luminosos
y pedí palabras, risas y buen sexo.
A los que os falte fulgor
procure mi falta de visión no veros más.
Debo insistir
me
pido caricias con risas
palabras con besos
alegría antes y después de todo eso.
De excursión hacia la angustia enana
el tormento liviano
el desconsuelo chico
la tortura humilde
la preocupación ridícula
la pena cutre
la amargura pelagatos
No nos quedemos tras la ventana, mente mía
si ya sabes que el dolor del mundo entero
el dolor titánico
el dolor hercúleo
el sufrimiento colosal, desmedida pena,
se vino a mudar aquí
donde le hicimos un cálido y reconfortante sitio
No permanezcamos, pensamiento
sentada en su filo
amada, dolorida, quedaría me.
KPV Juliol/2015