que puedo escuchar a mi corazón hablándome.
Se fueron los incendiados desacuerdos
que se dejaron sin resolver con un poco de apasionada cama.
Nunca el sexo fue un placer tan chillón e inútil.
Cuando ahora conozco mi cuerpo, mi yo misma,
y soy la experta guía de los pocos elegidos,
que sobrevivirán al escrutinio de sí mismos.
Esta calma que una vez me pareció tan agobiante
pues me recordaba a aquel lejano trato silencioso:
Cómo no dudar de ti misma
cuando mientras te expresas
quién te protege con aparente eficacia
te lastima con su frustración o su amargura.
No os pongáis a merced
de quién no se sepa amar a sí mismo.
Ni intentéis amar a otros
sin querer vuestro bien primero.
¿Cómo si no, conocer el límite del maltrato?
Que podéis causar,
que podéis recibir...
No malgastéis vuestros tiempos,
con vacuas experiencias
que se repiten y se repiten...
Mi corazón me habla, ahora que todo calla.
Calma, serenidad, saber, alegría.
KPV Juny/2017
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada