lo que queda es un sentimiento de tristeza
cuando alguien, pequeño de alma, temeroso y desconfiado,
sospechoso de tus palabras y tus actos,
te oprime
hasta que te haces una bola muy apretada de la que ninguna luz
se escapa
Y después de un tiempo, como os contaba,
cuando de algún modo te liberas
¿Desencanto, abandono, violencia?
Poco a poco la apretada madeja se aligera,
la luz empieza a asomar,
los pequeños brotes reverdecen
Y aún después, eres un jardín sin dudas
y hasta tú misma, que en la oscuridad casi habías olvidado,
te maravillas de lo que puedes crear, ser.
Entonces sientes un pelín de tristeza.
Por aquella pequeña alma, con su miedo,
con su propio ovillo apretado y lleno de angustia
Se pierde
¡No ya las tuyas, sino las propias!
Las olorosas flores,
los tallos hilvanados hacia el sol.
KPV Maig/2017
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