Claro puedo escribir
lo que mi mente me canta
sin tapujos
presionando el boli
la hoja se mancha.
Di feliz que eres mía
¡oh letra encadenada!
al corazón que roto
despacio se dilata.
Vierte todo
sobre la taza de plata
que rodando va
camino de la cuchara.
No parar entonces
que la realidad, ata,
la vergüenza vuelve a sufrir
me escondo bajo la cara.
La diéresis distrae
la escritura que corre rápida.
Dame valor
seguir
hasta que pronto se acaba.
Girar y escribir
el ruido cuando la hoja pasa
te hacer ver el papel
que blanco te ataca.
Hundiré mi alma en él!
No te resistas,
eres mío
y llenaré tus entrañas.
El reloj cantando una nana
dulce la tarde es
mi ilusión se desata.
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