dilluns, 21 de juliol del 2014

Vete

Vete, vete, vete!
Me dijo...

...pero yo no supe irme.
Quise,
lo escribí en mis ojos cerrados:
unos dedos sobre el tirador
la maleta con los días mezclados,
echados a prisa... junto al aroma de su piel,
nuestros besos, aquellos planes aullantes que ya no tienen dueño.
Después las escaleras y la noche,
los sofás de los amigos con tetera,
el futuro, la vida incierta
la vida depredadora, y otra vez la salida,
de nuevo la carrera que comienza.

Veteeeee!
Pero no supe cómo
marcharme entera,
atarme todas mis partes a la cintura
o cargarme a mi espalda
todo lo que yo había esparcido en aquel lugar
durante todos esos años...
el orden de las tazas que nos compramos,
el olor a incienso,
la alegría de despertar a la mañana recién hecha, bajo su abrazo...
el aceite de masajes sobre su cuerpo,
la persiana siempre a medias
nuestras canciones compartidas
sus caricias,
ese vestido que tanto le gustaba que me pusiera...
los gemidos que desprendía de mi boca en la penumbra
mi lado de la cama.


Así que me dijo que me fuera
y sólo mis pies le hicieron caso.
Mis ojos en cambio como locos
preguntaban cuándo cuándo cuándo
en qué momento todo eso que yo era y ahora andaba recogiendo
paso a ser..... las cosas de esa!


Vete, me dijo
y yo le dije vale, vale, vale!
Y me desnudé
y dejé mi pelo suelto
para llevarme lo único que es sólo mío
y que no lleva la marca de nuestros días tatuada en el pecho.



KPV Juliol/2014