dimarts, 28 d’abril del 2015

No esperarte

Ya había decidido no esperarte
y comenzar a narrar mi vida
como la parte invisible de tus ausencias

La única alegría se sostiene en el día previo a tu llegada.
Antes, apenas sé que es esto que llamamos nosotros.
Nosotros soy yo?
Una cama siempre medio vacía
en la que duermo en los dos lados para que no sepa
para que no me diga con sus sábanas apenas revueltas
que estoy casi siempre sola...
A veces, en mis prácticas onanistas la invado por completo,
dejo que el deseo se proyecte hasta las paredes,
que se derrame a gritos por los oídos de los otros.
Parecer acompañada,
con los ojos cerrados creerme satisfecha por otras manos
... soñarme al fin verdaderamente deseada ...

El día después sólo puedo mirarte mientras duermes,
preguntarle a tu sueño hasta cuando
cuan pronto
desaparecerás;
cuando volverás a ser tan sólo silencio.
Y si por ello te odio
o decido amarte... ningún sentimiento te lastima.

En el trasiego,
en el inmenso suceder que se extiende entre esos días
encuentro cada uno de los lugares que me pertenecen
que llaman a mi puerta sonriendo
para llevarme de la mano hasta los pasos de mi historia.
Y en ninguno de ellos, percibo la falta de tu abrazo sosteniéndome.
Ningún instante se siente deshabitado por tu insuficiencia.
Y en su entusiasmo se burlan del pobre esperar,
extendido entre dos días,
un vínculo temporal donde nunca pasa nada,
con los brazos doloridos y los ojos apretados
sosteniendo la soga de una ilusión confusa... desdibujada...

Ya había decidido no esperarte.
Zambullirme en la decepción,
rascarme la piel con desencanto jabonoso,
bucear hasta encontrar tus manías, caprichos y delirios,
tragar rencor y saborearlo con deleite,
flotar entre los juncos de furia y rabia,
mientras observo el cielo repleto de verdades en forma de nubes.

Ya había decidido no contarte
como la parte de mi vida que valía la pena.
Apenas segundos, unos pocos fragmentos
que en el final, mirando atrás,
serán tan sólo, un riachuelo susurrando entre la hierba.


KPV Abril/2015