divendres, 8 d’abril del 2016

Resurgir


Asciendo con mi espíritu enganchado a las costillas por risas abiertas
zarandeándose contra el viento parece un manto de atrapasueños
tintineando reflejos solares en un silencio que se me escapa, explota,
componiendo tempestades de alegría:
azulada voy
por los estratos del cielo ennubecido.


Yo
que fui desierto encajonado,
oigo los aleteos de mi espíritu independiente que decide resurgir
mirar los sentimientos interpretados,
las emociones atávicas,
arrancar mis paredes con sus ojos transparentes,
con su interés sincero por mí,
para decirme.... ¡Qué preciosas huellas tienes!
Se parecen, al suspiro suspendido de una libélula sobre el arrozal
a los lamidos rítmicos del arroyuelo sobre la grupa de las rocas,
al espíritu vivaz de las nubes,
engalanadas de violeta y sentadas frente al atarceder que se adormece...

Así son mis adentros.
Sentarme y contemplarme es una visión.
Una gloriosa decisión que se me escapaba hasta ahora.

Ahora navegamos, mi espíritu en volandas y yo,
con el entusiamo reservado a los principios,
cada mañana que mis ojos se abren al mundo.
¡Este maravilloso mundo que ha de viajar conmigo!
El pasado. El pasado, cuán precioso y bello era, pasado está.

Resurgir
en la belleza de las cosas pequeñas,
las cosas inmediatas y persistentes,
la transparencia de los gestos cotidianos.
Resurgir
en la aventura de sentirte desprotegida de otros brazos
.... adivinarse libre ....
es,
vivir cada minuto conmigo,
como la maravillosa compañera que anduve buscando fuera,
que siempre añoré,
y resultó estar esperándome impacientemente aquí dentro.

Mi dolor, su dolor era un canto, el llanto de los ignorados.

Resurgir,
en las demasiadas cosas que decidí perderme,
por decidir perderme a mí misma.

Resurgir.

KPV Abril/2016