dilluns, 1 de desembre del 2014

A veces el tiempo

A veces el tiempo se dilata en un recuerdo,
en la imagen desenfocada de unos cuerpos correteando
en las mangas deshilachadas de un abrazo
en una palabra que se esconde.
A veces se detiene en una noche,
y la alarga hasta que parece interminable,
justo un poco antes de ser desesperadamente insoportable,
justo antes.
Y cuando me doy cuenta, le riño suavemente, para espabilarnos juntos.

Entonces el tiempo viene y me dice que está cansado.
Que sumar intervalos, acumular historia,
matar de aburrimiento y dejar morir,
madurar planes, fruta
ser confiable, ser maestro,
olvidar amores,
generar dividendos,
curar,
volar,
juzgar y dar la razón,
transformar...

Que lo tiene estresado,
tanto trabajo para uno solo ¡Que si no me doy cuenta!
A veces con lágrimas esféricas
confiesa que le viene un poco grande todo eso.

Pero entonces yo me río.

Y él se enfada y dice que se para.
Que si un día se harta,
partirá a un punto infinito donde me sea imposible encontrarlo para hacerlo volver,
me amenaza.
Me lo dice siempre,
cada millón de fracciones más o menos.

No es fácil para ninguno los dos.
Hemos visto nacer y morir tan bellas cosas!
Hemos llorado abrazados en la muerte tantas veces,
horrorizados con los locos monstruos nacidos de nuestros labios
Hemos dicho adiós en tantas frecuencias electromagnéticas,
a tantas criaturas,
cuerpos celestes desaparecidos,
a tantos átomos amigos que al retornar ya no nos recuerdan!
Aunque no puedo por menos que sonreír ante sus ojos de cosa nueva: cuanta ilusión, cuanta alegría....

Yo también me canso.
La no presencia a veces es tan vívida
Tantos eones conectada sola con el vacío
Tanto silencio sobre el silencio
Tanta nada
A veces veo espejismos y creo encontrar algo que al mirarme se sabe fuera de mí.
Que no me pertenece, que no me necesita para vivir.
Y aún así...

A veces el tiempo, viene a reposar en mi hombro
y me cuenta historias donde las cosas nunca cambian.
Donde sus recuerdos caen al agua, se diluye toda experiencia.
Entonces sus lágrimas perforan mis entrañas,

y ya no me río.

Meso su cabello enfurecido mientras dejo que me posea y nos destruya.

KPV Desembre/2014