En un primer instante sólo vi tu anillo
en el dedo incorrecto
tan perfectamente en su sitio
y pudimos habernos dicho miles de palabras
antes
de que naciera el beso
y aquellos primeros instantes en que sonreí
imaginando que temblarías por siempre
sólo quería salvarme
cuando salté inconscientemente
el espacio que nos separaba
tan educadamente
aquellas primeras horas...
salvarme de tu curiosidad,
de mirarme hacia dentro
y que el dolor se derramara a través de mi piel, mis labios...
lo supe entonces
lo siento ahora
aquello que tan bueno nos rodeaba
iba a ser un sueño
un maldito doloroso sueño
Puede que me ahogue si respiro tu nombre
si cierro los ojos y escucho tus manos sobre mi cuerpo.
Puede que no sobreviva si pienso cualquiera de tus besos
y aún así,
no puedo dejar de evocar tu perfil a contraluz
cuando el atardecer se deslizaba silencioso
acariciando tu espalda,
mientras mi deseo de ti oscurece,
ennegrece intensamente para explotar a tu contacto
bañando tu piel con regueros de tinta lamiendo tus pies, tus piernas,
cada uno de los músculos que se ofrecen a mi lengua.
Puede que no sepa rescatarme de este sueño,
de este intenso y doloroso sueño,
que me mantiene sellada a tu recuerdo.
Y en algún punto escondido entre las sombras de nuestras intenciones
se halla
el agua que separó nuestros nombres
cuando el tiempo no era nuestro
estaba tendido
mirando del revés hacia las cosas que pasan.
KPV Juny/2015
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